Distribución de los recursos en tiempos modernos

Joseph Stiglitz, premio Nobel de economía, advirtió en una ocasión sobre los riesgos de una globalización mal estructurada, una que es la que precisamente se encuentra en marcha. Tal como están las cosas ahora, lo más probable que ocurra, tarde o temprano, es la asimilación de las economías débiles por parte de las grandes, esto visto desde una escala social hasta personal. En una sociedad tan intrínsicamente relacionada como la nuestra, las cuestiones económicas rápidamente desbordan en el ámbito sociocultural, y en este fatídico caso probablemente acarrearía como consecuencia una pérdida de identidad, personal y comunal, entre otras cosas.

El capitalismo puede coexistir con iniciativas de desarrollo en comunidades, sin duda alguna el fin último de nosotros los comunicadores. Hay una interesante teoría económica llamada creación del shared value; en la que las empresas se comprometen al desarrollo de las comunidades para recibir ellos también beneficios en una relación simbiótica, cuestión que no en pocas ocasiones los empresarios omiten; es precisamente los buenos créditos que esta iniciativa trae a los negocios, al incrementar, por ejemplo, el poder adquisitivo de la comunidad y en últimas los ingresos de las empresas en el mediano y largo plazo lo que hace de esta una teoría muy atractiva, inclusive entre esos empresarios a los que precisamente el concepto de desarrollo social les provoca alergia, sin olvidar también otros innumerables beneficios que traería a una comunidad la aplicación del shared value. 

Existen tres ejemplos como el de una empresa en  India dedicada a la manufactura de electrodomésticos, que diseñó un modelo de nevera casi portátil y de un tamaño manejable para impulsar su adquisición en la población de los slums de Mumbay, lo que llevó a un incremento drástico en el periodo de caducidad de los alimentos y mejorando considerablemente el nivel de vida del público objetivo, y el último es más bien una anécdota..

Una empresa de ropa y accesorios deportivos desembarcó hace muchos años en el África subsahariana en busca de potenciales mercados para su línea de tenis. Una vez se hicieron los estudios, el gerente de mercadeo recibió dos informes, uno proveniente de cada uno de los proveedores;, en donde uno decía "acá no hay posibilidades de comerciar el producto porque nadie usa zapatos"; y el otro decía "acá hay una invaluable oportunidad para comerciar el producto porque nadie usa zapatos " &siempre es la filosofía más optimista la que genera mayores éxitos desde la perspectiva que quieras medir: empresarial, profesional, personal, etc...